Rubén Darío
Es un precioso cuento oriental escrito en verso y uno de los más conocidos de la lengua española. Posee una belleza sonora única. Margarita Debayle, niña de 8 años hija del amigo y médico de Rubén Darío, le pidió al poeta que le escribiera un cuento en verso.
Reproducir video del Cuento
Comentarios destacados a este poema en YouTube:
- EXCELENTE!! MUY LINDO EL POEMA!! GRACIAS POR TAN LINDA DECLAMACIÓN
- Wooooow, lo he leído muchas veces y lo he escuchado otras tantas pero jamás lo había escuchado tan hermoso como lo has dicho muchas gracias!!
- Coincido: es la mejor recitación de este bonito canto a la belleza ︎
- De todos los videos que vi ésta señora es la que la ha recitado correctamente, porque a la poesía hay que ponerle entonación, dicción y sentimiento
- Grande señora… Me dejó con una sonrisa en los labios
- Hermoso verso pero más hermoso cómo lo relata
- Felicidades Sra. Inma, su forma de recitar es la mejor que he visto en muchos videos sobre este poema, le da la personalidad y los sentimientos en cada personaje y un hermoso dejo de dulce nostalgia y tristeza aún con ese bello final, a causa del intento del narrador de querer contar un cuento a alguien amado que se alejará de él, que es lo que Rubén Darío plasmó magistralmente en su poema, felicidades!!!
- Lindo poema. Bien declamado. Honduras CA
- Qué lindo lo declama con tanta belleza y emoción
- Si Rubén Darío observara este video y cómo lo relata esta gran señora …se hubiera dado cuenta de lo que provocó con un cuento tan noble para una pequeña niña y elevarlo a una literatura que trasciende más allá del azul del cielo.
- Precioso el poema y mucho más todavía con tu entonación y tu presencia.
- Precioso, dulce y tierno…todo ello se lo aumentas y le añades una inocencia, que es la guinda que corona el cuento. Preciosa la música del maestro Tárrega!!
- Precioso!!!! Me encanta. Tu declamación hace que el cuento llegue al corazón y toque como una varita mágica el alma. La música, preciosa. Qué grandes!
- Qué precioso lo hace y lo declama y qué detalle aún más lo del prendedor.
- Me encanta la declamación. Hermoso poema de Rubén Darío.
- Has hecho un cambio radical y tu presencia magnífica el poema. Me encanta
- Qué maravilla y qué bien lo haces, cambiando el tono y la intensidad de tu voz simplemente. Es un placer oírte, gracias!!!
- lo hace sonar hermoso
- Muy bien recitado este hermoso y famoso poema de Rubén Darío!
- Me encanta tu acento, dios te bendiga
- Me he quedado sin palabras…..no es la poesía que yo conozco….es una declamación que “Macu” la hace diferente
- …
Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:
Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!…
El Señor se va a enojar».
Y dice ella: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son las flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».
Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.