Federico García Lorca
“Baile” forma parte del poema “Tres ciudades” (Málaga, Córdoba y Sevilla) que se encuentra en la obra poética “Poema del cante jondo”, escrito en 1921 y publicado en 1931.
En el poema “Baile”, Federico García Lorca nos habla de una mujer mayor llamada Carmen, tiene el cabello cano pero sus ojos están llenos de vida. Baila en la calle recordando su juventud, sus amores, sus éxitos y sus fracasos. Parece que estuviera loca. Su presencia asusta a las personas que se esconden cuando pasa. Al bailar, Carmen rememora sus tiempos cuando era joven, querida y admirada. Todos evitan acercarse a ella. A medida que Carmen avanza, las calles van quedando desiertas porque nadie quiere enfrentarse a la idea del paso del tiempo y a todo lo que se ha perdido. Por eso, todos se ocultan tras las cortinas.
Comentarios destacados a este poema en YouTube:
- Q mejor compañía q el trío q habéis formado Lorca, Toño y tú. Gracias por este minuto de relajación intensiva.
- Me gusta mucho, como siempre, tu voz recitando la poesía, y la poesía misma.
- Cómo ha sonado, cómo se ha visto y que bonito lo he escuchado. Lorca, con vosotros, si es posible, crece!!
- Es difícil imaginarse esas calles vacías en Sevilla….pero el poeta así nos las relató y vosotros os habéis encargado de mostrárnoslas. Con gran maestría, por cierto.
- La poesía de García Lorca y tu preciosa voz recitando forman un fantástico tándem que la ambientación y guitarra lo embellecen más aún. Gracias
- El poeta sigue emocionando y con tu voz y la guitarra de una manera especial.
- Un poema tan breve como hermoso. Y qué bien recitado!
- ¿Qué puedo decir? El poema sigue siendo más intenso, incluso más fácil con tu voz.
- …
La Carmen está bailando
por las calles de Sevilla.
Tiene blancos los cabellos
y brillantes las pupilas.
¡Niñas,
corred las cortinas!
En su cabeza se enrosca
una serpiente amarilla,
y va soñando en el baile
con galanes de otros días.
¡Niñas,
corred las cortinas!
Las calles están desiertas
y en los fondos se adivinan,
corazones andaluces
buscando viejas espinas.
¡Niñas,
corred las cortinas!