Constantino Cavafis
Poema que nos recuerda que el viaje es más importante que la meta. Nos habla sobre la importancia de disfrutar el camino.
Compara la vida con un viaje. Un viaje que puede presentar dificultades originadas por nosotros mismos. El viaje será maravilloso si sabes apreciar los pequeños detalles y aprovechar lo positivo que te vaya ofreciendo en cada etapa.
No encontrarás monstruos a no ser que estén en tu mente. Hay que vivir plenamente y llegar a nuestra meta satisfecho de lo que hemos aprendido y conseguido en nuestra vida
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Cuando inicies el regreso a Ítaca
desea que el viaje sea largo,
repleto de aventuras y de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni al irascible Poseidón,
porque jamás los encontrarás en tu camino,
si tu pensamiento es noble y es selecta
la emoción que embarga tu mente y tu cuerpo.
Ni a los Lestrigones, ni a los Cíclopes,
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
a no ser que los lleves dentro de tu alma,
y ella los sitúe frente a ti.
Anhela que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que, con gran placer y alegría,
llegues a puertos desconocidos para ti.
Detente en los mercados fenicios,
negocia para conseguir buenos precios
y adquiere mercancías preciosas
nácares y corales, ámbar y ébano
y toda clase de perfumes sensuales
Visita numerosas ciudades de Egipto
y aprende, aprende de los sabios.
Ten siempre en tu mente a Ítaca.
Llegar allí es tu destino.
Pero nunca aceleres el viaje.
Es mejor que dure muchos años
y llegues anciano a descansar en la isla,
rico con lo que ganaste en el camino
sin esperar que Ítaca te enriquezca
Ítaca te brindó un maravilloso viaje.
Sin ella no lo habrías iniciado
Pero no tiene nada más que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Te has vuelto sabio con todo lo vivido en el viaje,
y ahora comprenderás qué significa Ítaca.