Yo dije siempre, y lo diré, y lo digo

Lope de Vega

El poema presenta una reflexión profunda sobre la amistad y plantea la pregunta de si es posible encontrar un amigo perfecto.
El poeta muestra su admiración y gratitud hacia aquel a quien el cielo ha concedido un amigo, reconociendo que ha sido generoso con él.
Sin embargo, el autor también se muestra cauteloso, pues reconoce que el miedo a perder a un amigo querido podría afectar su vida y su bienestar emocional. Por ello, decide vivir sin conocer a ese amigo perfecto, renunciando a la gloria de tenerlo para evitar la posibilidad de perderlo en el futuro.

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Yo dije siempre, y lo diré, y lo digo,
que es la amistad el bien mayor humano;
mas ¿qué español, qué griego, qué romano
nos ha de dar este perfeto amigo?

Alabo, reverencio, amo, bendigo
aquel a quien el cielo soberano
dio un amigo perfeto, y no es en vano;
que fue, confieso, liberal conmigo.

Tener un grande amigo y obligalle
es el último bien, y por querelle,
el alma, el bien y el mal comunicalle;

mas yo quiero vivir sin conocelle;
que no quiero la gloria de ganalle
por no tener el miedo de perdelle.

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