Gustavo Adolfo Bécquer
“Del salón en el ángulo oscuro” es un poema de Gustavo Adolfo Bécquer, uno de los poetas más importantes del Romanticismo español. En este poema, el autor utiliza una metáfora para expresar el potencial creativo y artístico que puede estar oculto en el interior de una persona. El arpa cubierta de polvo y olvidada en un rincón del salón representa la parte más profunda y silenciosa de la mente humana, donde puede encontrarse el genio creativo dormido, esperando a ser despertado.
La comparación del arpa con un pájaro dormido en las ramas, y la referencia al mito bíblico de Lázaro, sugieren que el poeta está hablando del poder de la inspiración y la resurrección del espíritu creativo. En otras palabras, Bécquer está diciendo que todos podemos tener una chispa de genialidad en nuestro interior, y que solo necesitamos la inspiración y la motivación adecuadas para despertarla y hacerla brillar. En general, este poema es una reflexión sobre el potencial humano y la importancia de reconocer y desarrollar nuestra creatividad y talento.
Reproducir el vídeo del Poema
Comentarios destacados a este poema en YouTube:
- Una de las rimas más bellas y famosas, magistralmente recitada. Una delicia!
- Preciosa la versión para arpa de ese maravilloso nocturno de Chopin… y qué hermosísimo recitado, dando vida a las palabras de Bécquer. ¡Mil gracias!
- Cuántas veces la he leído, pues es una de mis preferidas, pero nunca he sentido tanta emoción y disfrutado tanto. Precioso trabajo!!!
- Precioso verso, y sugerente, cálida y bien entonada tu voz.
- Una vez más: genial. Y no sólo el autor de tan precioso verso sino los q contribuís a difundirlo tan magistralmente.
- Qué dulzura en tu voz, que cadencia tan acompasada y que delicada la música del arpa y la imagen de ese salón tan relajante, con ese color que acompañaba tan bien a los versos del poeta. Felicidades!
- Por favor…por favor….quiero más
- Simplemente maravilloso.
- …
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! -pensé-. ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «Levántate y anda!»